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Foto de la arista extraída del blog "Druseando" |
Fecha:
4 de septiembre de 2021
Integrantes:
Txindu, Javier y un servidor
Material:
Expreses, Friends, fisureros y material para reuniones
Vía
superclásica
de Egino, semiequipada, con las reuniones con al menos un parabolt.
Es ideal para iniciarse en la autoprotección, ya que su dificultad es
baja y los pasos más finos están bien protegidos por parabolts.
Aproximación:
Hay
dos opciones, sobre todo en función de por dónde elijamos bajar.
Nosotros preferíamos bajar por el sendero que baja del monte Olano,
así que aparcamos en el parking de la Leze y subimos por la pista
que nos lleva a los monolitos. Poco después de pasar el 7º monolito
podemos ver la arista.. En torno a 35/45 minutos
También
se puede salir del pueblo de Egino y realizar la bajada por el
sendero/destrepe del Azor y la Paloma.
UN DÍA DE VETERANOS
Comenzamos
bien la mañana encontrándonos con mi buen amigo Julio y con
Juanito. Compartimos la aproximación, en la que fuimos conversando
de los viejos tiempos, ya que ellos iban a una vía de los monolitos.
Un verdadero placer.
Pasados
los monolitos, ya vemos la arista y nos dirigimos hacia su vertiente
derecha (según
la tenemos de frente). Tras una pequeña trepada vemos el acceso a la arista.
Empieza
encabezando Txindu el primer largo (4a) y nos iríamos turnando en la
cabeza de la cuerda.
El
segundo largo me toca a mí (4b), salgo y debo ir con la caraja y
confiado, porque al llegar a un pequeño resalte que debería haber
evitado por su izquierda, me doy cuenta de que no voy bien y de que
me voy a quedar sin cuerda y tengo que destrepar para arreglar el
entuerto. Continúo por la izquierda del resalte, me desvío
demasiado y al final tengo que hacer un paso de 5ª para alcanzar la
reunión, saltándome el diedro y sus seguros fijos. “Menuda
caraja”. Total, que entre liarme y corregir, me tiro no sé cuánto
tiempo en hacer el largo. ¡Qué bochorno!
Corramos
un tupido velo. Va Txindu a por el tercer largo (3C), y ya sin
contratiempos, vamos avanzando disfrutando el estupendo mar de nubes.
Vemos dos cordadas que vienen bastante
rápido y vemos que nos van a alcanzar. Nosotros somos 3 y somos Kkeros, osease, lentos por naturaleza, ja ja.
Cuarto
largo (3C), vamos acelerando cogiendo ya la rutina de cambio de
cuerdas para encabezar el largo y de traspaso de material.
El
quinto largo (3C) se hace también sin complicaciones, y ya en la
reunión, nos juntamos con nuestros perseguidores. Se les ve sueltos.
Tengo
la suerte de que el sexto y último largo me toca a mí (4C). Empieza
por un pequeño diedro a la izquierda de la reunión , para pasarse
hacia una placa a la derecha protegida por 3 parabolts. De ahí nace
una fisura que se protege bien con friends y se llega, por terreno ya
fácil, a la última reunión que se monta sobre puentes de roca en
una cómoda repisa. Mejor largo de la vía que nos deja con buen sabor
de boca.
En la cima nos presentamos a nuestros
perseguidores y nos dicen que son 4 amigos, todos de diferentes
procedencias, y que el más joven tiene 67 años. ¡Toma ya! Y
no veas cómo corrían.
Gracias, Txindu y Javier, por compartir
conmigo esa línea, que no hice en su día, y que tantas ganas tenía de
hacer.
¡Larga
vida a los montañeros veteranos que demuestran que nunca es tarde
para nada!
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