lunes, 20 de septiembre de 2021

Vía Elmer (210m 5b/5a obligado) – Egino, peñas de Larriñigi

 

Asoman las paredes relucientes


Fecha: 11 de septiembre de 2021
Integrantes: Edu y un servidor


Magnífica vía equipada, para la que no son necesarios Friends o Fisureros, si bien, tiene algún aleje importante en secciones fáciles y se puede llevar algún friend mediano si queremos mayor tranquilidad.
 
A partir del primer largo se vuelve más mantenida y vertical que su vecina Berta.


Aproximación:


Aparcamos en la iglesia del pueblo de Egino. Nos dirigimos por la calle que sube hacia las paredes y una vez que atravesamos una puerta metálica, un poco más adelante, llegamos a un depósito. Allí nos encontramos una bifurcación y debemos tomar el camino que sale a nuestra derecha. 
 
Continuamos primero hacia las paredes y luego en paralelo a estas hasta llegar al cauce de un riachuelo seco. Una vez cruzado, encaramos la pendiente hasta llegar a la base de la vía, marcada con una piedra en color rojo, justo a la derecha de la vía Berta.
 
 
Croquis extraído del blog de Eskalatzencas
 
 
 
ENTRENANDO A TRAICIÓN


¡Ya estamos! Como en la última aventura mano a mano con Edu, en Egino. Anuncian buen tiempo y nuevamente hay niebla de esa que puede mojar la roca.
 
Recojo a mi compinche en la Leze, donde ha pasado la noche en su autocaravana y vamos hacia el pueblo de Egino.
 
Ya estoy con el morro torcido recordando los patinazos que dimos no hace ni un mes. ¨Le pido a Edu, no sé muy bien por qué, que guarde la llave del coche y nos ponemos en marcha.
 
Al poco de comenzar la aproximación va clareando el cielo y se empieza a asomar la pared entre rayos de sol. ¡Qué maravilla! (foto de entrada).
 
Al llegar al inicio de la vía, Edu, necesita “rapelar” y se esconde discretamente. Un detalle importante como veremos más adelante.
 
Nos encontramos con nuestro buen amigo Txusmi, que está con Fernando, y que van a hacer la vía Berta, justo al lado de la nuestra. Qué ilusión ver a viejos amigos que había dejado de ver.
 
Empieza mi compinche el primer largo (4c) por una canal, con algo de vegetación, y que va ganando en verticalidad según va cogiendo altura.
 
 
Edu, iniciando la via

 
Largo 1 (con un poco de zoom)

 
 
Me toca a mí el segundo largo (5b), que sale facilito por una placa tumbada, para llegar a la base de un muro más vertical con gotas de agua y con buenos pies. A continuación, hay que irse algo a la derecha para afrontar la placa con un último paso fino, protegido por un parabolt.
 
 
Servidor en el L2

 
 L2, en el paso fino

 
 
 
Seguimos turnándonos en cabeza y hacemos los largos 3 (5a) y 4 (4c) que nos encantan por la continuidad con buenos cantos y por la excelente roca que tienen. A tener en cuenta, que tras el 3er largo hay que caminar unos 15 m hasta la base del comienzo del 4º largo. Hay un parabolt para asegurar.
 
Una vez que terminamos el 4º largo hay que caminar unos 100m hasta llegar a la base de un roble con doble tronco. De ahí salen dos líneas, la nuestra es la de la derecha.
 
 
Largo 3


L3 un poco más alto


Ahora, al final del mismo L3



Tras una salida algo tumbada y con un primer seguro bien lejos, el quinto largo (4c) es nuevamente mantenido y excelente. Nos deja ya muy cerca del final de la vía, de la que ya solo nos queda un largo cortito y sencillo (20m y 3b).
 
Hoy, sí que sí, hemos tenido una escalada excelente, con una meteo excelente y realizada en un tiempo excelente, teniendo en cuenta que somos Kkeros. Increíble, pero dentro del tiempo que marcan las reseñas. Como sigamos así, nos echan del grupo ¡jurp!
 
Como colofón, encontramos la desviación en la canal de bajada de la Paloma y el Azor por la que no es necesario rapelar.
 
 
L5 encabezado por mi compi

 
Mismo largo, tirando de zoom

 
Seguimos con la secuencia...

 
6º y último largo

 
 
 
¡Ostras, no! Algo se tenía que torcer…
 
Llegamos al coche, le pido la llave a “mi compi” y empiezan los juramentos, irreproducibles aquí, que este es un blog serio.
 
- Ya sé dónde se me han caído, no te preocupes, Albertus, voy corriendo y bajo con ellas.
 
Y así fue, y ahí estaban, al pie de un hito de materia biodegradable y baliza aromática. Efectivamente, allí estaban.
 
Estoy seguro de que fue una treta para entrenar “cardio” a traición, viendo que estoy que me salgo y mi forma física parece no tener fin, ja ja.
 
 
La foto del alivio

 
 
 
Gracias Edu, por proporcionarme estos recuerdos y anécdotas tan inolvidables, ja ja.


¡Larga vida a las anécdotas inolvidables!
 
 
 

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